domingo, 6 de noviembre de 2011

Melómanos, mierdómanos, quién sabe.


No sé si han notado que últimamente muchas personas se describen a sí mismos como "melómanos" en sus perfiles de twitter, google+, uno que otro rezagado en facebook y en la vida real. No saben qué curiosidad me da esa palabra y quienes la utilizan para describirse a sí mismas. Así que, como era de esperarse, me la he pasado dándole vueltas al asunto y esto es lo que llevo pensado hasta el momento. 

Para empezar, exactamente ¿qué es un melómano?, según la Real Academia es una persona fanática de la música. Pero me pregunto, realmente ¿qué tan fan -hardcore from hell- se puede ser de la música actual? ¿De cuántas bandas puedes ser súper fanático? ¿Cómo sabes que eres un melómano?.

Nunca he conocido a alguien que diga "No me gusta la música"; claro, existen los que no son unos clavados musicales pero al final, en su coche siempre traen una que otra cancioncita o en las fiestas no resisten echar el baile a ritmo de Margarita la Diosa de la Cumbia. Así que en ese sentido, todos somos semi-fanáticos de la música. 

Pero específicamente me dan curiosidad aquellos que saben los nombres, integrantes, género y discos de todas las bandas. Los que se podrían llamar verdaderos "melómanos". Me gustaría saber si en realidad disfrutan la música o si son una especie de hoarders de sonidos. 

Antes de seguir, deberían saber lo siguiente: desde hace un buen rato dejé de apasionarme por la música. Antes era fanática intensa de los discos, los conciertos, la programación de algunas estaciones de radio, de lo que escuchan mis papás y de todo lo bonito que llegaba a mí. Me gustaba la música y me gustaba bien. Eso hasta que se convirtió en algo macabro y oscuro y que los precios de los conciertos se fueron al cielo. De pronto las banditas nacionales buena onda fueron reemplazadas por intensos tocando -mal- en el Pasagüero con cervezas de a $35, cover y consumo de botellas si te quieres sentar. De la nada en los conciertos la gente comenzó a "disfrazarse de rocker" y a hacerse fan de TODOS los grupos habidos y por haber, buenos o malos. Surgió una "escena" y los conciertos comenzaron a ser una cosa más de "asistencia obligatoria" por cuestiones sociales que por verdadero gusto o placer. Siento que dejó de existir una exigencia musical en el rock o lo conocido como "alternativo" y simplemente se empezó a consumir por consumir. El rock se volvió pop y sin ningún filtro de calidad. Ahí dejé de interesarme por la música. 

Pero no me malinterpreten, aún tengo grupos favoritos, canciones que me hacen que se me enchine la piel, que quiera llorar, cantar, bailar, gritar o simplemente chiflar. Soy una persona musical a fin de cuentas. Pero ya no me creo el discurso de las bandas ni de los tan famosos "melómanos" y se lo hago saber a la gente, su "escena" me da flojera. 

Últimamente pasa que me dicen "Weeeey viene *nombre impronunciable de una banda extranjera* ¿los has oído? Te los pongo, seguro te gustan". Y que me los ponen y que no, no me gustan. Y yo, como soy muy cortés, sólo pienso "chale, suenan a tooodo lo que ya he escuchado y que me caga" mientras digo "ahh no, ps sí están chidos" o cualquier respuesta genérica en esa situación. Y pienso que hasta sienten lástima porque no disfruto la misma música que todos o que simplemente no conozco nada de música nueva. Pero no se equivoquen mis estimados, es por convicción que no me interesa.

¿Por qué no me interesa?

Caso 1. Viene la banda de nombre impronunciable, todo el mundo se emociona. Vas al concierto tan súper mega hiper esperado muy entaconada, harto delineador negro, playera ad hoc, cabello perfectamente despeinado y te la pasas extra increíble escuchando su primer y probablemente último disco. Te declaras fan y jurarás con tus amigos que se te puso la piel chinita en equis canción; te tomas dos que tres fotos con el celular para que tus amigos no tan cercanos vean que también estuviste ahí y que te la pasaste pocamadre; si no sales algo pedo, no fue un GRAN concierto y es más, si se presenta la oportunidad te drogas un poco. Saliendo del concierto pones su disco a todo volúmen mientras conduces hacia el after. La banda poco después se separa y viene al mes otra de nombre impronunciable y se repite el ciclo una y otra vez. 

Caso 2. Eres de esos que se la pasan cazando "nuevas propuestas" por internet. Taringa y tú son uno mismo. Y te sientes un verdadero hacker. Apilas y apilas discos en tu computadora, cantas, bailas y probablemente hagas lo mismo que en el Caso 1. 

Esos son los melómanos de ahora. 

Yo no dudo que sí exista gente verdaderamente digna de llamarse "melómano" (como si fuera una especie de título nobiliario) y creo que conozco a dos que tres. Pero es una palabra que se está explotando de manera bastante incontrolada y que está pasando por una metamorfosis para convertirse en "me gusta absolutamente todo". Está bien ser fanático, pero también es válido ser exigente con lo que consumimos y eso aplica también con la música. No hay que consumir por consumir, no hay que asistir por asistir, no hay que escuchar por escuchar. Como en todo en esta vida, hay que exigir calidad más que cantidad. No sirve de nada tener 4 ó 5 banditas tocando cada semana si ninguna de ellas trae una propuesta interesante que valga la pena. Entiendo, en gustos se rompen géneros. Pero ayer mientras escuchaba a She's a tease, Vicente Gayo, Los Daniels y otras banditas pedorronas, sólo pensaba "¿De verdad esto es lo que consume la gente? ¿Esto es lo que cada fin de semana llena el caradura, pasagüero o cualquiera de esos lugares?" porque no, no vale la pena. No tienen nada nuevo y lo de menos es eso, no hay calidad. Ayer, no recuerdo cuál de ellos dijo "compren nuestro disco para que tengamos un chingo de baro"... lamento decirte, mi estimado, que la música no se trata de eso y que seguramente acabarás saliéndote de esta industria cuando te des cuenta que no eres bueno y que no te haces millonario cuando tu motor es sencillamente el dinero. 

Así que autoproclamados MELÓMANOS por favor, analicen si realmente son melómanos o sólo son consumidores descontrolados antes de ponerlo en sus perfiles. No por ir a conciertos y que te guste el ambiente y echar desmadre (que es muy válido) eres un experto. Así que, a bajarse de sus nubes. 

Eso es todo. Por su atención, gracias.  

4 comentarios:

  1. Exacto, como mencionas un melómano es un fanático de la música, pero va más allá de esa simple descripción. El perfil que delíneas en el quinto, séptimo y noveno párrafos no hablan de un melómano sino de alguien que quiere estar en ambiente y le gusta el desmadre como dices al cerrar tu post. Creo que un melómano es una persona que se conoce a si misma y que se permite explorar y conocer no solo en el aspecto sonoro, es una persona sin etiquetas y hasta cierto punto sin prejuicios, alguien que no se considera a sí mismo "rockero", "jazzista", "metalero" o "salsero", y cuando rompes con la etiqueta del "yo soy este y solo escucho esto" te permites conocer estilos y géneros de diversos lugares y épocas.

    ¿Qué tan fan se puede ser de la música actual? No mucho. Quien en verdad ha escuchado música te puede decir de inmediato "a qué le suena" cualquier "propuesta" actual, el problema es que la gente olvida la historia, no se preocupan por conocer más allá de su propia existencia y se la quitan con frases como "pero esto es nuevo" y "yo no había nacido". ¿De cuantas bandas puedes ser fan? De muchas, pero creo que si te dejas llevar por la música, te vuelves fan de estilos, de escenas, de productores, de técnicas, de músicos y lo que hagan más allá de las bandas en las que participen.

    En la ciudad de México no hay escena si te refieres al rock, de alguna manera puede llamársele movimiento si hablas de jazz, pero efectivamente no hay exigencia de ningún tipo: musical, literaria, cultural, artística, televisiva, radiofónica... aun así, dentro de cada una de esas áreas hay cosas valiosas que vale la pena conocer y si te dejaste de interesar en la música no es por falta de propuestas, sino, creo, por falta de curiosidad de tu parte y por dejarte llevar por la corriente. Hay mucha música allá afuera y no necesariamente de esta época, de éste país, de músicos vivos... puedo contarte de verdaderos melómanos que escuchan música de manera abundante y clavada sin invertir dinero, solo muchísimo tiempo, que van a 5 o 6 conciertos al año por que no vienen al país las bandas que a ellos les gustaría ver en vivo... consumir música no es comprar discos, es escuchar música, leer de música, ver música, escribir sobre música... coleccionar música incluye también documentales, revistas, libros, reseñas, artículos, no solo grabaciones en lujosos o extraños estuches que alimentan el fetichismo.

    El único discurso que puedes confiar de un músico es su trabajo sonoro y su contexto, claro, puede que toque un estilo musical muy común y con una técnica similar a la de muchos otros, pero en conocer su contexto, la manera en como asimila su entorno y sus influencias te dan la llave a su trabajo. Y así como le haces saber a la gente que su escena te da flojera, no tengas consideraciones con los extraños, no digas "están chidos" mientras piensas que no hay novedad, que suenan como una banda de hace 30 años que tu escuchaste hace 15 por tus padres, enséñale a la gente, transmite lo que conoces pues como dije, el referente personal es muy pequeño si no hay conciencia de la historia.

    ¿De verdad esto es lo que consume la gente? Si, lamentablemente. También si, la gente se saca de onda, se ríe y hasta siente lástima porque uno no aprecia, disfruta y conoce los mismos sonidos... pero cuando has escuchado mucha música y te has quitado de etiquetas, eso realmente deja de interesarnos, ¿o no? ¡Te felicito por esa convicción! (@diegoherrera)

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  2. Gracias por tu comentario.

    Creo que necesito aclarar que no me dejé de interesar por la música por falta de curiosidad, simplemente lo que llegaba a mí no me gustaba y la manera en que lo hacía y el entorno, tampoco.

    Sigo encontrando cosas -más por casualidad que por inversión de tiempo- que me gustan y que me emocionan y que hacen que quiera buscar más acerca del género o de bandas similares. Sólo que ya no le invierto tiempo, ni dinero ni nada. Porque al final, no me considero en lo personal una melómana. Me considero una semi-fanática-inconstante de muchas cosas y la música terminó siendo una de esas cosas; más por decepción que por falta de curiosidad.

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